 Después de treinta y tres años de lucha, las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y casi 6 años de Instrucción, finalmente comenzó ayer la etapa oral del primer juicio a los genocidas en la ciudad de Rosario.
Después de treinta y tres años de lucha, las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y casi 6 años de Instrucción, finalmente comenzó ayer la etapa oral del primer juicio a los genocidas en la ciudad de Rosario.El Juicio que dio inicio es el que unifica las causas denominadas “Quinta de Funes” y “Fábrica Militar”. En el están acusados el ex teniente coronel Omar Pascual Guerrieri, el ex mayor Jorge Alberto Fariña, el ex teniente Juan Daniel Amelong, y los agentes civiles Walter Salvador Pagano y Eduardo Rodolfo Costanzo por los delitos de secuestro y tortura cometidos contra 29 personas y los homicidios de 17 de ellos que hasta el día de hoy continúan desaparecidos.
Los militares y civiles mencionados están acusados de “apropiación de menores” por un caso que lleva adelante la justicia federal entrerriana. Por los tribunales rosarinos desfilarán durante los próximos cuatro meses más de noventa testigos y se espera que el tribunal dicte sentencia recién a comienzos del próximo año. Las audiencias se desarrollarán los días lunes y martes, y los lunes, martes y miércoles alternativamente de 7:00 de la mañana y hasta las 19:00 horas, con un receso al medio día.
La jornada de ayer arrancó temprano, a las siete de la mañana, con lluvia y algo de granizo. Organismos de Derechos Humanos, organizaciones políticas, sindicales y sociales e integrantes de la comisión de Juicio y Castigo se concentraron frente a los Tribunales Federales junto a los querellantes y buena parte de los testigos, para acompañar el comienzo de la etapa oral, histórica para la región. La consigna parecía clara, estar allí para continuar la lucha.
Las escenas que se sucedieron entremezclaron emociones, bronca y alegría, potencianda con el correr de las horas. Frente a la puerta de tribunales, en el sector asignado a la prensa se podía ver en dos televisores la apertura de la sesión mientras tras las vayas, un hombre mayor, miraba y escuchaba con lágrimas que no disimulaba sobre su rostro. En el escenario central se desarrollaba una radio abierta por la que desfilaron cantantes populares, periodistas, querellantes, testigos, representantes de los organismos, las Madres, todo aquel que tenía algo para sumar.
Al promediar la tarde unas 6 mil personas se congregaron para cerrar una jornada de lucha y de memoria sin antecentedentes inmediatos en las últimas décadas. En el 76’ comenzó un Proceso que aún continúa: el objetivo del terrorismo de estado era generar condiciones para cambiar la sociedad argentina en su conjunto y transformarla en lo que efectivamente es hoy.
Desarticular al movimiento popular que había puesto en cuestión los intereses de la clase dominante era fundamental para poder imponer un modelo económico que todavía se mantiene vigente en su esencia. Poder hoy, después de años de lucha, llegar a estas instancias es demostrar como dijo un entrevistado “que se puede, que no nos adormecieron la conciencia, que el ejercicio de la democracia no es solamente votar cada cuatro años sino defender nuestros derechos hasta sus últimas consecuencias todos los días, todo el día”. Por memoria, verdad y justicia, el juicio que comienza hoy abre una nueva perspectiva. Un momento largamente esperado y necesario.

Seguir juicio en vivo
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario